El periodista australiano Julian Assange causó un cimbronazo cuando filtró archivos con información clasificada en la historia de Estados Unidos en 2010 y reveló secretos de la guerra de Irak y Afganistan, así como datos de los detenidos en la cárcel de Guantánamo, entre otros asuntos.
Para desclasificarlos Assange en el 2006 fundó una organización mediática editorial sin fines de lucro donde se hicieron públicos archivos reservados de la vida política exterior estadounidense, denominada Wikileaks.
Esto le costó la detención en la prisón londinense de Belmarsh en abril de 2019, cuando Ecuador, que ya no presidía Rafael Correa le quitó la protección diplomática, ya que el australiano residía en la Embajada ecuatoriana en Londres. Nunca fue extraditado a Estados Unidos, si así sucediera Assange enfrentaría una pena de 175 años de prisión por espionaje y fraude informático. El México de Lopez Obrador le habría ofrecido asilo al australiano.
Si bien pueden existir reparos legales y morales en el manejo de Julian Assange, los archivos muestran el lado b de la política exterior estadounidense pero deja expuesta hasta donde existe democracia en cuanto a la información y esta última como un derecho social, en un mundo global que se jacta de que todo circula. Y como los estados democráticos muestran opacidades y poca transparencia, tienen un sinfín de objetivos inconfesables para la sociedad.
A partir de que Julián Assange desclasifica 250.000 documentos del Departamento de Estado y los expone a la sociedad mundial, Estados Unidos y su aliado central, el Reino Unido, comenzaron, sobre Assange una persecución en todos los órdenes. Con rasgos y actitudes cercanas a la pérdida de la razón por estar ocho años presos, y salvándose de ser extraditado, el australiano recuperó la libertad, y se reencontró con su esposa la abogada Stella Moris y sus dos hijos.
Como parte del contenido escandaloso estaba lo sucedido el 12 de julio de 2007 cuando por imágenes se ve un ataque aéreo en Bagdad a civiles y periodistas iraquíes de parte de Estados Unidos. Tambien mostraron cables diplomáticos entre Estados Unidos, y Arabia Saudita, de Siria y Turquí, y la corrupción de empresas europeas en Kenia. Incluso divulgó como la Comisión Nacional Democrática, (la organización máxima del partido democrático con acuerdo de Hillary Clinton realizó orquestó una campaña sistemática contra Bernie Sanders- rival de Hillari- en el camino a las elecciones presidenciales, para perjudicarlo. Por último wikileaks sacó a la luz las herramientas de ciberguerra y vigilancia creada por la CIA.
En una declaraciones cuando se lo procesaba el periodista habría dicho, «¿Cúales son la diferencias entre Mark Zuckerberg y yo ? Yo te doy información privada sobre corporaciones de forma gratuita y soy un villano. Zuckerberg da tu información privada a corporaciones a cambio de dinero y es el hombre del año».
Finalmente este último Lunes 24 de junio recuperó la libertad en un acuerdo con el departamento de justicia de Estados Unidos.
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